La fisiología del tercer trimestre del embarazo

El tercer trimestre es la última fase del embarazo, y termina en el parto y el nacimiento del bebé. El aumento en peso a estas alturas suele estar entre 9 y 14 kilos (aunque puede variar según el peso de la mujer antes de quedarse embarazada). Solo un cuarto de este peso es el volumen del bebé, el resto es el equipaje de soporte que mantiene vivo al bebé.

Este peso adicional puede dar muchas molestias. La presión del útero sobre los órganos internos puede causar acidez, micción frecuente, dolor de espalda, calambres en el abdomen,  y falta de aire. El volumen y peso de la barriga resulta en un sueño interrumpido, en torpeza, y dificultad al moverse. El cuerpo de la mujer aumenta la segregación de la hormona relaxina, para que la pelvis puede ensanchar para el parto, causando inestabilidad en las articulaciones. La presencia de la hormona progesterona puede provocar mareo y hinchazón en las manos y pies debido a la circulación ralentizada.

Durante los últimos meses el útero va practicando para el trabajo del parto: durante este trimestre son más frecuentes las contracciones de Braxton-Hicks (contracciones irregulares), o el endurecimiento del útero (la “barriga dura”). Muchas veces, pero no siempre, el bebé se van encajando durante el noveno mes, causando dificultades para caminar o sentarse. En los últimas semanas del embarazo, el cuello del útero comienza a abrirse (dilatar) y el suelo pélvico se va ablandando hasta que empiece el parto, normalmente con contracciones regulares o rotura de bolsa (menos frecuente).

Estos cambios fuertes, en combinación con posibles emociones como excitación, ansiedad o miedo para dar a luz, pueden causar estrés en la futura madre. Es complicado enseñar a confiar en los instintos. Puedes animarles a escuchar, a apagar la mente pensante y dejarse llevar por el cuerpo, a realmente sentir la respiración y de esta forma, entrar hacia dentro.

Las hormonas del tercer trimestre favorecen el proceso de introspección, y las mujeres que están cerca del parto suelen estar bastante más ausentes que antes. “El arte está en no despertarlas”, como dice mi profesora Montse Cob.

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Herramientas para enseñar y practicar yoga para embarazadas: tercer trimestre